La docente motivó a los niños para que invitaran a algunos de sus abuelos. Ellos –los niños- elaboraron una tarjeta de invitación para visitar la institución y compartir historias con ellos, aquellas historias que vivieron cuando estaban en la época de estudiantes o una anécdota de su vida.
Los abuelos aceptaron gustosamente dicha invitación, llegando al colegio el día correspondiente, según lo planeado. Los niños manifestaron alegría y asombro al ver a sus abuelos, expresando muestras de afecto, abrazándolos y acercándoseles para saludarlos. Los pequeños estuvieron sentados y atentos a escuchar las historias de dos abuelas y un abuelo. Cada uno contó su historia: la primera abuela habló sobre un viaje a Canadá y compartió fotos con los estudiantes. La segunda habló sobre una situación que vivió cuando era estudiante de preescolar y, el abuelo habló sobre algunas vivencias en la escuela y en la juventud.
En algunos momentos la atención de los niños fue dispersa, debido al bajo tono de voz y a la poca claridad en la pronunciación por parte del abuelo. Los estudiantes hicieron intervenciones orales tales como “habla más duro”, “no te escuchamos” y “¿qué dijiste?”, entre otras. Las abuelas fueron más elocuentes en la narración de sus historias y hablaron con un tono de voz adecuado, expresándose gestual y corporalmente según el contenido de sus historias. Esto hizo que los niños se motivaran mucho más, centrando también más su atención. Después de terminadas las narraciones de los abuelos, la docente invitó a los niños a reconstruir oralmente las historias que escucharon. Los niños iniciaron espontáneamente sus intervenciones, la docente orientó el proceso de mediación para que estas fueran organizadas, respetando el turno. Especialmente, acordaron pautas para favorecer un ambiente de escucha. Al reconstruir las narraciones los niños lo hicieron con coherencia y cohesión. Sus intervenciones fueron amplias y acordes con las historias que escucharon. Algunos pequeños no recrearon la historia contada por los abuelos, estos retomaron, en sus intervenciones orales, historias o situaciones vividas en su cotidianidad. Finalmente, los niños charlaron de manera espontánea con los abuelos, agradeciendo su visita.
Algunas imágenes de la sesión
Nohora Isabel Morales García